domingo, 28 de agosto de 2011

El 5 de agosto el ministro de minas y energía, Carlos Rodado Noriega, presentó ante representantes del sector privado la reforma a la minería, que promete ser uno de los motores de la economía colombiana. No obstante, ya han surgido algunas críticas de parte de la misma clase política, como el senador Alexander López, y de parte de la sociedad civil, como Mario Valencia, miembro de la Red Colombiana Frente a la Gran Minería Transnacional. Éstos creen que las pequeñas y medianas empresas mineras quedarían fuera de competencia, y que la explotación desenfrenada por parte de las empresas transnacionales puede traer serios daños al medio ambiente.
Lo cierto en todo este asunto es que las políticas están enfocadas al crecimiento económico per se, más no al desarrollo de las comunidades. ¿De qué le sirve al país crecer en su economía si la gente sigue en una situación de extrema pobreza? Recordemos que los recursos del subsuelo no son ni de las multinacionales ni sólo del Gobierno, son de todos los colombianos. Por esto no podemos permitir que se exploten nuestros recursos para enriquecer a grandes consorcios económicos que se llevarán la mayor parte de la ganancia a sus países de origen. Los invito a que creemos una veeduría ciudadana para garantizar que la explotación minera se traduzca en un mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos.